Sube como un viejo para bajar como un niño

Esta frase es clásica aplicada a la montaña, tómate con calma el ascenso para poder bajar fresco. No te revientes en la subida para no tener que penar en la bajada. En montaña es básica, y en la vida podríamos empezar a aplicarla a más cosas. El trabajo por ejemplo, trabaja con calma para disfrutar del trabajo. Con todos los quehaceres de la vida, disfrútalos con calma. Consumimos experiencias, apresuradamente devoramos actividades, ¿sumando recuerdos? Vivimos tan deprisa que nos perdemos muchos detalles de nuestro día a día, cosas que podríamos difrutar de la vida y nos las perdemos por vivirla con prisas.

Así pues, ¿podemos vivir calmados como viejos para disfrutar como niños?

La felicidad es una elección :)